Mirarte para siempre

El mágico instante que es mirarse de una forma única bajo el sonido del deseo de labios compartidos en una mirada eterna, inmortal, inolvidable.

Confieso

Confieso que reencontrarnos en esta vida es una reminiscencia que logra sacar lo mejor de mí, la mayéutica sensación de conectar con mi esencia, de sentir fluir la energía del cosmos, directa, de tus ojos a mi pecho con el eco de tu voz y tu manera de mirarme

Desobedecerse

Ninguna despedida hace justicia a quién ama de verdad, del mismo modo que todo amor será fútil para quién ose engañarse ignorando lo que siente en realidad, pues, no hay peor y más infructuosa soledad que la de estar acompañado por la sombra penitente de quién no supo o quiso desobedecerse, obedecer a la desobediencia de resistirse a firmar el final de un libro que siempre supo que nunca podrá cerrar.

Nocturno

Cada caricia es una tecla con que mis manos componen partituras impresas en tu piel bajo un manto de besos, armonía prodigiosa donde, la razón no es rival para el amor que siento

Sintiéndonos

Sintiéndonos, es la combustión inagotable de tu cuerpo y el mío elevando nuestra alma a un nivel inigualable, incluso sin necesidad de contacto alguno.

Gracias

Gracias por existir junto a mi y por querer cada día hacer que sea tuya mi existencia

Deseos de cosas imposibles

No hay mayor deseo imposible que desandar lo andado para los enamorados, pretender olvidar a andar, hablar o soñar: amar.

Las hojas muertas (Les feuilles mortes)

Hay personas, seres únicos, que incluso después de irse siguen a nuestro lado, siempre presentes iluminando nuestra vida en la distancia y en el tiempo, una bendición con sabor a despedida agridulce, un adiós que sabe a vinagre en las heridas del pasado.